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martes, 10 de enero de 2012

Arte y Gastronomía. El maravilloso menú de Giuseppe Arcimboldo


Artículo. 
Arte y Gastronomía. El maravilloso menú de Giuseppe Arcimboldo

Introducción.

Giuseppe Arcimboldo, pintor manierista italiano del siglo XVI, sobradamente conocido, hacía arte sin cocinar; pero Arte de verdad.
Arcimboldo no fue un pintor cualquiera, ya que se puede decir que revolucionó el concepto de retrato y el de bodegón, creando fantásticas composiciones de rostros de personas a partir de alimentos.
Sus más originales obras son retratos compuestos con flores, frutas, verduras, peces, aves, animales u objetos varios, lo que constituye un estilo único en la historia de la pintura, pero en mi opinión, los más impresionantes son los que compuso con comida, concretamente los de frutas y verduras.
Hay quienes hacen comida con la comida o sea cocinan y hay quienes hacen Arte.
El maravilloso menú de Giuseppe Arcimboldo. 
De la serie de “Las cuatro estaciones”, el cuadro “El otoño”, para mí, el máximo exponente de la pintura gastronómica. Se trata de una amalgama de racimos de uvas, peras, hojas de parra, calabazas, castañas, setas, etc.; que conforman un retrato de perfil de un hombre de mediana edad. Quien lo contempla de lejos, sobre todo si lo hace por primera vez, tiene que frotarse los ojos acercarse y ver cómo el rostro humano se desmorona delante de sí mismo, quedando reducido a un motón de frutas.
La primavera” se encuentra en el museo de Bellas Artes de San Fernando (¡en Madrid, junto a la puerta del Sol!)
Una variante de estos cuadros, y quizás la máxima expresión de la originalidad del reto pictórico que se planteaba con estos cuadros, eran los retratos invertidos. Están compuestos para ser observados al derecho y al revés y debían tener sentido en las dos posiciones.

Un cesto con jugosas frutas, se torna en un rostro de exuberantes rasgos

Un asado se convierte al voltearlo en una siniestra cara.

Un cuenco de hortalizas se transforma al girarlo 180º en un retrato de un hombre de gruesos mofletes y de mirada vivaracha.
    También retrataba a los protagonistas del arte culinario : Cocinero, Sumiller , Mujer yendo al mercado, y hasta el traje del cocinero.

En todo arte, en cocina también, no hay nada que eleve más al creador a la categoría de genio como el innovar, ser el primero en hacer algo, sobre todo si ese algo en cuestión es sensacional, como los cuadros de este extraordinario artista.
Por eso, y porque me gusta la cocina, me sentía en la obligación de rendir este pequeño tributo a Arcimboldo, un genio creador, tal vez infravalorado, del cual se dice que, como Leonardo da Vinci, también inventó aparatos extraños e instrumentos musicales.
No todos sus contemporáneos fueron tan amantes de sus obras. A menudo se tachaban sus cuadros de mal gusto. Ese fue el sentir general a partir del siglo XVII y la razón de que durante siglos este pintor fuera casi olvidado. Sin embargo, al llegar el siglo XX dos "ismos" le recuperaron como precursor, el Dadaismo y el Surrealismo. Las extrañas obras de Arcimboldo fueron redecubiertas por Salvador Dalí. Probablemente fueran el origen de sus famosas dobles imágenes (redescubiertas en el XX por la psicología de la percepción), como “El enigma sin fin”.








También, hoy día, los nuevos medios del arte digital rinden tributo a este intemporal artista con esta obra “Salad” de Till Novak , retratando al famoso Alien “a la manera de” Arcimboldo. 

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